La Gitanilla

Cuando ella me dijo que no me quería, corrí como un loco y de pena y dolor.

Pensé en mi tristeza, en quitarme la vida, entró una cantina para darme valor.

Sentado en la mesa, tomando tequilo, entró una gitana y al verme llorar.

Me dijo no llores, no es grande tu pena, yo sé que la ingrata te vendrá a buscar.

Le puse mi mano, leyó mi futuro, me dijo ella vuelve, no vive sin ti.

Deja esa tristeza y vuélvete seguro, lo he visto en tu mano, serás muy feliz

Le di una moneda, salió la gitana, tomé una guitarra y me puse a cantar

Tomé más tequila y grité de alegría, me puse a esperarla y queriendo la amar

Pasaron los días, los meses, los años y aquella esperanza de volverla a ver.

Aquella tristeza, ya todo ha cambiado y a mi no me importa si piensa volver.

Volví a la cantina a tomar tequila, pude echar un grito y de gusto cantar

Y dándole gracias a la gitanilla, que con sus mentiras me enseño a olvidar