Lola

detrás de su mando de fría dama tenía escondidas tremendas almas para las

matadas de cara a cara que con ventaja muy peligraba

le fue muy mal de mano a mano de boca en boca de cama en cama como una muñeca

que se desgasta se queda de vieja y la pena la arrastra

Óyeme Lola, mi tierna Lola, tu triste vida es tu triste historia,

pero qué manera de caminar, mira qué soberbia en su mirar.