Todos Caeran
A, Am, Bb, C, Cm, D, Dm, Eb, F, G, Gm
¿Dónde dejo los vidrios rotos de esta mañana? ¿Qué es esta puesta de sol sin sol?
¿Cómo vuelvo a encontrarme con mis sombras al revés?
¿Dónde dejo los vidrios rotos de esta mañana? ¿Cuánto tiempo más resistiré
navegando en esta tempestad? Aunque a veces lo pienso y sin la tempestad no
podría vivir. ¿Cuántas veces cambié tu nombre? ¿Cuántas veces cambié tu pelo y
sin embargo nunca te pude encontrar y es que hay tormentas que ya son abrigo
dolores que me llaman hogar, busque mil formas
y cuerpos, un vino y al final solo aprendí a no fallar
en cada dios disfrazado de abrazo, en cada ola que vino a fallar
te busque, te busque sin descansar, te busque en cada domingo
que moría en cada lunes que me sentía bien, en cada martes de otoño, en cada miércoles pasado por la mitad,
en cada día, a cada hora y a cada noche, en cada remolino del viento y en cada anhelo al borde de mis dedos,
en cada beso y en cada acaricia al borde de mi lengua, te busqué, te busqué, y en cada intento dejé pedazos míos.
Primé tu rostro en cada corazón, fui corazón y fui cruzando mares con mapas vencidos,
siguiendo un faro que nunca brilló, y es que hay tormentas que ya son abrigos de ores
que uno llamaba.
Busqué en mil formas un cuerpo indigno y al final aprendí a no fallar,
en cada dios disfrazado de abrazo, en cada ola que vino a fallar,
Te busqué y te busqué sin descansar.
Te busqué hasta que entendí
que era sólo un reflejo
de una promesa que me hice para no caer.
Y aunque no estés
sigo dejando amigas
por si alguna vez
quieras volver.
No por si yo soy el que
necesita
encontrarse.
O por si yo soy el que necesita encontrarse.
Dice Mario Bedoy.