Ebm
Contra una pared de ejes pintados, nuestros nombres enlazados, salpicados con el agrosol.
Junto a una leyenda que decía, "escapemos de esta vida, viva el chelo Rolston"
Y me alejé de ti, suerte que te perdí, oh
Fuimos como una tribu de salvajes, defendiendo con coraje lo que dicta el corazón.
Recuerdo bien la tarde en el pasillo, que sacaste un cuchillo y ahí probamos el dolor,
Y me alejé de ti
Suerte que te perdí
Oh, fuiste tan dulce, nena
Pero a la vez perversa